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segunda-feira, abril 25, 2005

 

DIA DO LIVRO

En el Día del Libro
Cervantes y Shakespeare,
por Harold Bloom

El 23 de abril, día de las muertes de Cervantes y Shakespeare, los libros toman de nuevo las calles. Estamos, además, celebrando IV centenario de la publicación del Quijote y el Año del Libro de Barcelona, así que se acumulan las excusas para celebrar clásicos y novedades, recién llegados y best sellers. Por eso El Cultural anticipa el último libro de Harold Bloom, ¿Dónde se encuentra la sabiduría? (Taurus), que verá la luz en mayo, y en el que compara precisamente a Cervantes y Shakespeare.
Cervantes y Shakespeare comparten la supremacía entre todos los escritores occidentales desde el Renacimiento hasta ahora. Las personalidades ficticias de los últimos cuatro siglos son cervantinas o shakespearianas, o, más frecuentemente, una mezcla de ambas. En este libro quiero considerarlos como los maestros de la sabiduría en nuestra literatura moderna, al mismo nivel que el Eclesiastés y el libro de Job, Homero y Platón. La diferencia fundamental entre Cervantes y Shakespeare queda ejemplificada en la comparación entre don Quijote y Hamlet.El caballero y el príncipe van a la busca de algo, pero no saben muy bien qué, por mucho que digan lo contrario. ¿Qué pretende realmente don Quijote? No creo que se pueda responder. ¿Cuáles son los auténticos motivos de Hamlet? No se nos permite saberlo. Puesto que la magnífica búsqueda del caballero de Cervantes posee una dimensión y una repercusión cosmológicas, ningún objeto parece fuera de su alcance. La frustración de Hamlet es que se ve limitado a Elsinore y a una tragedia de venganza. Shakespeare compuso un poema ilimitado en el que sólo el protagonista no conoce límites.Cervantes y Shakespeare, que murieron casi simultáneamente, son los autores capitales de Occidente, al menos desde Dante, y ningún otro escritor los ha igualado, ni Tolstoi, ni Goethe, Dickens, Proust o Joyce. Cervantes y Shakespeare escapan a su contexto: la Edad de Oro en España y la época isabelino-jacobina son algo secundario cuando intentamos hacer una valoración completa de lo que nos ofrecieron.W. H. Auden encontraba en don Quijote un retrato del santo cristiano en oposición a Hamlet, que “carece de fe en Dios y en sí mismo”. Aunque Auden parece perversamente irónico, hablaba bastante en serio, y creo que erróneamente. En contra de Auden me gustaría citar a Miguel de Unamuno, mi crítico preferido de Don Quijote. Para Unamuno, Alonso Quijano es el santo cristiano, mientras que don Quijote es el fundador de la verdadera religión española, el quijotismo.Herman Melville combinó a don Quijote y a Hamlet en el capitán Ahab (aderezado con un toque del Satán de Milton). Ahab desea vengarse de la Ballena Blanca, mientras que Satán destruiría a Dios si pudiera. Hamlet es el embajador de la muerte ante nosotros, según G. Wilson Knight. Don Quijote dice que su fin es destruir la injusticia. La injusticia máxima es la muerte, la esclavitud última. Liberar a los prisioneros es la manera práctica que tiene el Caballero de luchar contra la muerte.En las obras de Shakespeare él no aparece, ni siquiera en sus sonetos. Es su casi invisibilidad lo que anima a los fanáticos que creen que cualquiera menos Shakespeare escribió las obras de Shakespeare. Que yo sepa, el mundo hispánico no da refugio a ningún aquelarre que se esfuerce por demostrar que Lope de Vega o Calderón de la Barca escribieron Don Quijote. Cervantes habita su gran libro de manera tan omnipresente que necesitamos darnos cuenta de que posee tres personalidades excepcionales: el Caballero, Sancho y el propio Cervantes.Y sin embargo, ¡qué astuta y sutil es la presencia de Cervantes! En sus momentos más hilarantes, Don Quijote es inmensamente sombrío. De nuevo es Shakespeare la analogía que nos ilumina. Ni siquiera en sus momentos más melancólicos abandona Hamlet sus juegos de palabras ni su humor negro y el infinito ingenio de Falstaff está atormentado por insinuaciones de rechazo. Al igual que Shakespeare escribió sin adherirse a ningún género, Don Quijote es a la vez tragedia y comedia. Aunque permanecerá siempre como el nacimiento de la novela a partir de la novela de caballerías en prosa, y sigue siendo la mejor de todas las novelas, encuentro que su tristeza aumenta cada vez que la releo, y la convierte en “la Biblia española”, como llamó Unamuno a la más grande de todas las narraciones. Novelas son lo que escribieron George Eliot y Henry James, Balzac y Flaubert, o el Tolstoi de Ana Karenina. Aunque quizá Don Quijote no es una sagrada escritura, nos contiene de tal manera que, al igual que pasa con Shakespeare, no podemos salir de él a fin de alcanzar un cierto perspectivismo. Estamos dentro de ese libro inmenso y gozamos del privilegio de oír las soberbias conversaciones entre el Caballero y su escudero, aunque más a menudo somos trotamundos invisibles que acompañan a esa sublime pareja en sus aventuras y debacles.Si existe un tercer autor occidental de la misma universalidad desde el Renacimiento hasta ahora, sólo puede ser Dickens. No obstante, Dickens, de manera deliberada, no nos ofrece “el saber último del hombre”, que Melville encontraba en Shakespeare y es de presumir que en Cervantes. La primera representación de El rey Lear tuvo lugar cuando se publicó la primera parte de Don Quijote. En contra de lo que dice Auden, Cervantes, al igual que Shakespeare, nos ofrece una trascendencia laica. Don Quijote se considera un caballero de Dios, pero continuamente sigue su voluntad caprichosa, que es gloriosamente idiosincrásica. El rey Lear reclama ayuda a los cielos que hay en lo alto, pero por el único motivo de que él y los cielos son viejos. Vapuleado por unas realidades que son incluso más violentas que él, don Quijote se resiste a ceder ante la autoridad de la Iglesia y el Estado. Cuando cesa de reivindicar su autonomía, no queda nada excepto, de nuevo, Alonso Quijano el Bueno, y lo único que le resta es morir.Regreso a mi pregunta inicial: ¿qué busca el Caballero de la Triste Figura? Está en guerra con el principio de la realidad de Freud, que acepta la necesidad de morir. Pero ni es un necio ni un loco, y su visión siempre es al menos doble: ve lo que nosotros vemos, y también algo más, una posible gloria de la que desea apropiarse, o al menos compartir. Unamuno llama a esta trascendencia fama literaria, la inmortalidad de Cervantes y Shakespeare. Sin duda eso es en parte lo que persigue el Caballero; el asunto principal de la segunda parte es que Sancho y él descubren que sus aventuras de la Primera parte son conocidas allí donde van, lo que les llena de satisfacción. Quizá Unamuno subestimó las complejidades que aparecían al trastocar de una manera tan desmesurada la estética de la repre- sentación. Hamlet es de nuevo la mejor analogía: desde la aparición de los comediantes en el acto II, y durante toda la representación de La ratonera en el acto III, todas las reglas de la representación normativa se van al garete, y todo es teatralidad. La segunda parte de Don Quijote se adelanta a su tiempo de una manera parecida y desconcertante, pues el Caballero, Sancho y todo aquellos con los que se encuentran son profundamente conscientes de que la ficción ha irrumpido en el orden de la realidad.Las dos partes del Quijote constituyen una auténtica enciclopedia de la crueldad. Desde esa perspectiva, es uno de los libros más amargos y bárbaros que se han escrito. Y su crueldad es artística. Para encontrar un equivalente shakespeariano de Don Quijote habría que fundir Tito Andrónico y Las alegres comadres de Windsor en una sola obra, una posibilidad desalentadora porque son, para mí, las obras más flojas de Shakespeare. La espantosa humillación que las alegres comadres le infligen a Falstaff ya es bastante inaceptable (aun cuando fue la base del sublime Falstaff de Verdi). ¿Por qué Cervantes somete a don Quijote a los maltratos físicos de la primera parte y a las torturas psíquicas de la segunda? La respuesta de Nabokov es estética: el arte característico de Cervantes sabe darle vida a la crueldad. Aunque eso me parece salirse un poco por la tangente. Noche de reyes es una comedia insuperable, y cuando la vemos representada nos tronchamos de risa con las terribles humillaciones de Malvolio. Cuando releemos la obra, nos sentimos incómodos, pues las fantasías socioeróticas de Malvolio encuentran eco en casi todos nosotros. ¿Por qué no nos despiertan al menos alguna reserva los tormentos, sociales y corporales, sufridos por don Quijote y Sancho Panza?El propio Cervantes, una presencia constante, aunque disfrazada, en el texto, es la respuesta. Fue el más maltrecho de todos los escritores eminentes. Fue herido en la gran batalla naval de Lepanto y, a resultas de ello, a los veinticuatro años perdió el uso de la mano izquierda. En 1575 fue capturado por piratas de Berbería y pasó cinco años de esclavo en la prisión de Argel. Rescatado en 1580, sirvió a España como espía en Portugal y Orán y luego regresó a Madrid, donde intentó emprender una carrera como dramaturgo, fracasando casi invariablemente tras escribir al menos veinte obras. Un tanto a la desesperada, se hizo recaudador de impuestos, sólo para acabar siendo acusado y encarcelado por supuesta malversación en 1597. Volvió a ser encarcelado en 1605; dice una tradición que comenzó a escribir Don Quijote en la cárcel. La primera parte, redactada a increíble velocidad, se publicó en 1605. La segunda, cuya escritura fue espoleada por la falsa continuación de Don Quijote escrita por un tal Avellaneda, se publicó en 1615.Cervantes, a quien el editor le desplumó todos sus derechos de autor de la primera parte, habría muerto en la pobreza de no ser por la protección de un cultivado noble durante los tres últimos años de su vida. Aunque Shakespeare murió a los cincuenta y dos años (no sabemos de qué), fue un dramaturgo de inmenso éxito y obtuvo gran prosperidad como accionista de la compañía de actores que representaba en el Globe Theater. Circunspecto y muy consciente del asesinato de Christopher Marlowe, inspirado por el gobierno, de la tortura de Thomas Kyd y de que Ben Jonson había sido marcado a fuego, se mantuvo casi en el anonimato, a pesar de ser el dramaturgo señero de Londres. La violencia, la esclavitud, el encarcelamiento, fueron los ingredientes básicos de la vida de Cervantes. Shakespeare, cauteloso al final, tuvo una existencia carente casi de incidentes memorables, al menos que sepamos.Los tormentos físicos y mentales sufridos por don Quijote y Sancho Panza habían sido inseparables de la interminable lucha por la supervivencia y la libertad de Cervantes. Y no obstante, las observaciones de Nabokov son exactas: la crueldad es extrema en todo Don Quijote. La maravilla estética es que esa desmesura se diluye cuando nos apartamos del inmenso libro y meditamos sobre su forma y lo infinito de su significado. No existen dos explicaciones críticas de la obra maestra de Cervantes que coincidan, ni siquiera que se parezcan. Don Quijote es un espejo que no se pone delante de la naturaleza, sino del lector. ¿Cómo es posible que ese caballero errante aporreado y ridiculizado sea, como es, un paradigma universal?Hamlet no necesita ni quiere nuestra admiración y afecto, pero sí don Quijote, y lo recibe, como también suele ocurrir con Hamlet. Sancho, al igual que Falstaff, está muy satisfecho consigo mismo, aunque no provoca que los críticos moralizantes se encolericen y le censuren, como pasa con el sublime Falstaff. Se ha escrito mucho más acerca del contraste entre Hamlet y don Quijote que sobre el de Sancho y Falstaff, dos vitalistas que compiten estéticamente como maestros de la realidad. Pero ningún crítico ha llamado asesino a don Quijote o inmoral a Sancho. Hamlet es responsable de ocho muertes, incluida la suya propia, y Falstaff es un salteador de caminos, un guerrero con aversión a la lucha, que despluma a todo aquel con quien se encuentra. No obstante, Hamlet y Falstaff no son víctimas, sino que causan sufrimiento a otros, aun cuando Hamlet muera temiendo dejar su reputación manchada y Falstaff sea destruido por el rechazo de Hal/Enrique V. Tanto da. La fascinación del intelecto de Hamlet y del ingenio de Falstaff es lo que perdura. Don Quijote y Sancho son víctimas, pero los dos son extraordinariamente resistentes, hasta que llega la derrota definitiva del Caballero y su muerte con la identidad de Quijano el Bueno, a quien Sancho implora en vano que salgan de nuevo a los caminos. La fascinación del aguante de don Quijote y de la leal sabiduría de Sancho siempre permanece.Cervantes aprovecha la necesidad humana de resistir el sufrimiento, que es una de las razones por las que el Caballero nos deja sobrecogidos. Por muy buen católico que pudiera (o no) haber sido, a Cervantes le interesa el heroísmo, y no la santidad. A Shakespeare, creo, no le interesaban ninguna de las dos cosas, pues ninguno de sus héroes soporta un examen riguroso. Hamlet, Otelo, Antonio, Coriolano. Sólo Edgar, el recalcitrante superviviente que hereda la nación a regañadientes en El rey Lear, resiste nuestro escepticismo, y al menos uno de los más prominentes críticos de Shakespeare ha calificado extrañamente a Edgar de “débil y asesino”. El heroísmo de don Quijote no es de ninguna manera constante: es perfectamente capaz de huir, dejando que Sancho sea apaleado por toda una aldea. Cervantes, un héroe en Lepanto, quiere que don Quijote sea un nuevo tipo de héroe, ni irónico ni inconsciente, sino el que quiere ser él mismo, como lo expresó acertadamente José Ortega y Gasset.Hamlet subvierte la voluntad, mientras que Falstaff la satiriza. Tanto don Quijote como Sancho exaltan la voluntad, aunque el Caballero la convierte en trascendente y Sancho, el primer pospragmático, quiere mantenerse dentro de los límites. Es el elemento trascendente de don Quijote lo que en última instancia nos convence de su grandeza, en parte porque contrasta con el contexto deliberadamente tosco y frecuentemente sórdido de ese libro panorámico. Y de nuevo es importante observar que esta trascendencia es laica y literaria, no católica. La búsqueda quijotesca es erótica, aunque incluso el eros es literario. Enloquecido por la lectura (tal como nos ocurre a muchos), el Caballero va a la búsqueda de un nuevo yo, un yo que pueda superar la locura erótica de Orlando (Rolando) en el Orlando Furioso de Ariosto o del mítico Amadís de Gaula. Contrariamente a la locura de Orlando o de Amadís, la locura de don Quijote es deliberada, autoinfligida, una estrategia poética tradicional. No obstante, existe una clara sublimación del impulso sexual en el desesperado valor del Caballero. La lucidez aparece continuamente, recordándole que Dulcinea es su Ficción Suprema, trascendiendo un honesto deseo por la campesina Aldonza Lorenzo. Una ficción, en la que crees aunque sepas que es una ficción, sólo puede ser validada mediante la pura voluntad.Erich Auerbach reivindicaba la “continua alegría” del libro, que no es lo que yo experimento como lector. Pero Don Quijote, al igual que el mejor Shakespeare, aguanta cualquier teoría que le eches. El afligido Caballero es más que un enigma: va detrás de un nombre inmortal, de la inmortalidad literaria, y la encuentra, aunque para ello casi le hacen pedazos en la primera parte y casi lo llevan a la locura de verdad en la segunda: Cervantes lleva a cabo su milagro, con la misma magnificencia de Dante, de imperar sobre su creación como la Providencia, pero sometiéndose a la vez a los sutiles cambios que provocan en el Caballero y Sancho sus agudas conversaciones, en las que el amor que comparten se manifiesta en su igualdad y en sus malhumoradas disputas. Más que padre e hijo, son hermanos. Describir la precisión con que Cervantes los observa, ya sea cariño irónico, o ironía cariñosa, es una tarea crítica imposible.La verdad estética de Don Quijote consiste en que, al igual que Dante y Shakespeare, hace que nos enfrentemos cara a cara con la grandeza. Si nos cuesta comprender del todo la búsqueda de don Quijote, sus motivos y fines pretendidos, es porque nos enfrentamos a un espejo que nos sobrecoge incluso en los momentos en que más disfrutamos. Cervantes nos lleva siempre mucha delantera y nunca podemos atraparle. Fielding y Sterne, Goethe y Thomas Mann, Flaubert y Stendhal, Melville y Mark Twain, Dostoievski: todos ellos se cuentan entre los admiradores y discípulos de Cervantes. Don Quijote es el único libro que el doctor Johnson no quería que fuera más largo de lo que ya era.Y sin embargo, Cervantes, aunque es un placer universal, en algunos aspectos resulta aún más difícil que Dante y Shakespeare en sus momentos de más altura. ¿Hemos de creer todo lo que nos dice don Quijote? ¿Se lo cree él? Él (o Cervantes) es el inventor de una manera de narrar ahora bastante extendida en la que los personajes, dentro de una novela, leen narraciones anteriores que se refieren a sus aventuras previas y sufren la consiguiente pérdida del sentido de la realidad. Éste es uno de los hermosos enigmas de Don Quijote: se trata, al mismo tiempo, de una obra cuyo verdadero tema es la literatura, y de la crónica de una realidad áspera y sórdida, el declive de la España de 1605 a 1615. El Caballero es la sutil crítica de Cervantes de un reino que sólo le había recompensado con malos tratos su heroísmo patriótico en Lepanto. No se puede decir que don Quijote tenga una doble conciencia, sino más bien que posee las múltiples conciencias del propio Cervantes, un escritor que conoce el coste de la consagración. [...]Esta curiosa mezcla de lo sublime y lo prosaico no vuelve a aparecer hasta Kafka, otro discípulo de Cervantes, que escribiría relatos como “El cazador Graco” y “Un médico rural”. Para Kafka, don Quijote era el demonio, o genio, de Sancho Panza, proyectado por el astuto Sancho en un libro de aventuras cuyo destino es la muerte:¿En qué sentido son Don Quijote y Hamlet, así como las obras donde aparece Falstaff –las dos partes de Enrique IV–, literatura sapiencial? Hamlet y don Quijote, Falstaff y Sancho Panza, representan algo nuevo en la tradición, pues todos ellos son a la vez sorprendentemente sabios y peligrosamente necios. De los cuatro, sólo Sancho es un superviviente, pues su saber popular es mucho más fuerte que su iluso apego al sueño de su caballero. Falstaff, el Sócrates de Eastcheap, posee la sabiduría de su “Dame vida”, pero también la inmensa necedad de su amor por el príncipe Hal. El príncipe Hamlet, inteligente más allá de la inteligencia, abraza la aniquilación y se desposa con las tinieblas. Don Quijote es un sabio entre sabios pero, aun así, cede al principio de realidad y muere cristianamente.

domingo, abril 24, 2005

 

Editores espanhóis perante a Europa


Europa se construye con libros es el lema de la LXIII Feria del Libro. Pero ¿es así? ¿Qué opinan los editores de que la Unión Europea no nos permita disminuir el IVA o pueda establecer un canon obligatorio en las bibliotecas? ¿Interesan nuestros autores en Europa? Valeria Bergalli (Minúscula), Manuel Borrás (Pre-textos), Adolfo García Ortega (Seix Barral), Juan González (Santillana), Ymelda Navajo (La Esfera), Carlos Ortega (Losada), Joaquín Palau (Destino), Gonzalo Pontón (Crítica), Silvia Querini (Lumen), Miriam Tey (El Cobre), Jaume Vallcorba (Acantilado) y Chus Visor (Visor) toman la palabra.

Uma discussão que também deveria travar-se em Portugal


Producto interior culto
1. La reducción, e incluso la desaparición, del IVA es una vieja reivindicación de los editores españoles, que hace muchos años habíamos hablado ya de la “excepcionalidad cultural”. En el trasfondo lo que asoma es la necesidad mercantil de ofrecer los libros al precio más bajo posible para el consumidor como acicate para la lectura. Por otra parte, hay que recordar que la Unión Europea es una cosa y “Europa” otra. Ésta está compuesta por países con PIC (Producto Interior Culto) muy distintos y la Constitución europea debería ser extremadamente cuidadosa con las excepcionalidades lingüísticas y culturales. No dejemos a los neomercaderes que dicten lo que más le conviene a un sistema de mercado que tolera la cultura sólo porque puede desdoblarse en industria. Esa es una gran responsabilidad de la sociedad civil y de sus nuevos representantes, que harían bien en ser tan ternes en esto como los anteriores lo fueron para pegar tiros en Iraq. 2. Si “literatura” significa sólo creación personal libre y ficticia, la nuestra sí interesa en Europa. Pero si englobamos el ensayo, rotundamente no. La producción científica en lengua española es muy modesta (en catalán, gallego o euskera prácticamente inexistente) y perfectamente desconocida en el exterior. En ese aspecto, la indigencia de España en Europa es tan extrema hoy como en el siglo XVIII.
Gonzalo PONTÓN


Oportunidad histórica
1. Cobrar una tasa por el uso de libros en una biblioteca pública en España sería un verdadero disparate. Siempre se detecta entre los legisladores una tendencia a legislar con una presión exagerada sobre los eslabones más débiles de cualquier cadena. Querer cobrar una tasa de ese tipo en un país con un índice de lectura tan bajo como el nuestro es una broma de mal gusto. Sobre el IVA prefiero no opinar; es un tema que nos sobrepasa a todos. 2. Desde hace unos años la literatura escrita en español y hecha en España es traducida y leída en muchos países de Europa. Es cierto que hay lagunas, grandes escritores españoles poco o mal conocidos en otros países: es un inconveniente que debemos ir corrigiendo. Lo más grave es el déficit de interés por el ensayismo español. Los próximos 5 años serán muy estimulantes, y muchos de nuestros autores entrarán en países hasta ahora vedados. Es una oportunidad histórica.
Joaquín PALAU


Gilipollez absoluta
1. Cobrar un canon por los libros de las Bibliotecas es una gilipollez absoluta; habría que hacer lo contrario, premiar a quienes van a las bibliotecas. En cuanto al IVA, lo normal sería que desapareciese, como en países más cultos que España. Pero lo peor es lo de las bibliotecas... Si no hay dinero para ellas tal vez habría que crear un canon mínimo sobre los libros sin derechos de autor, como la Biblia o el Quijote, de un 0’1 por ciento por ejemplo, y con ese dinero crear mejores bibliotecas y no sólo salas de lectura de periódicos. 2. La literatura española no interesa a nadie en Europa. Cuando mis amigos poetas son traducidos a otros idiomas, suele ser por razones de amistad personal con los editores de esos países. En cambio, cualquier joven francés o americano de quinta es traducido aquí inmediatamente. Los motivos por lo que no interesamos en Europa son muy variados. ¿Cómo solucionarlo? No sé, cerremos los Cervantes y empecemos de nuevo.
Chus VISOR


Cohesión cultural
1. En Europa coexisten tradiciones lectoras muy distintas y no todos los países se encuentran en la misma situación. En este sentido, quizá habría que pensar en fondos específicos de cohesión cultural, de la misma forma que existen los fondos europeos para reforzar la cohesión económica y social. Con los índices de lectura españoles, tan bajos, es peligroso dificultar el acceso a los libros. Es urgente dotar mejor a las bibliotecas y, en este sentido, cualquier canon por el préstamo no parece ser lo más sensato. 2. La literatura europea siempre ha estado más o menos presente en los catálogos de las editoriales españolas, pero es indudable que con nuestra incorporación a una Unión Europea cada vez más amplia ese interés ha ido creciendo.
Valeria BERGALLI


Sin reduccionismos locales

1. La división de mercaderes-no mercaderes, aplicada al libro, me parece hoy en día obsoleta, absurda e injusta. Es una realidad. El libro tiene un mercado y tiene que competir en un mercado. Lo que me parece muy bien es que haya políticas del Gobierno encaminadas a acciones de carácter social, como abaratar impuestos o asumir cánones en bibliotecas que salgan de una redistribución de los Presupuestos Generales del Estado, y no de un incremento de los mismos. 2. Decididamente sí, los lectores europeos están interesados más que nunca por la literatura en español. Se deduce por el incremento de venta de derechos y por la presencia de escritores en medios de comunicación europeos. Además, la literatura española ha roto hace ya mucho tiempo cualquier atadura con el reduccionismo local o nacional, y ha abordado temas y estilos que pueden llamarse europeos o de un interés en verdad general. Por eso creo que el futuro en la Europa de los 25 lo tendrá quien sepa asumir qué escritor es o quiere ser. Obviamente el futuro concebido como bienestar económico siempre será para el más comercial; el futuro entendido como historia, no.Que cada cual juegue sus cartas y haga literatura, buena literatura.
Adolfo GARCÍA ORTEGA


Algo más que el IVA
1. El IVA de los libros es, sin duda, importante, pero mucho más que un tres por ciento en el precio, lo es mucho más la creación y dotación de bibliotecas, la presencia del libro en los medios de comunicación de titularidad pública y la educación. Creo que es en estos tres frentes en los que hay que hacer hincapié. 2. En realidad, la literatura española siempre ha tenido presencia en Europa. La lista de autores y obras traducidas a fecha de hoy es muy extensa, y algunos de nuestros autores gozan además de merecida popularidad.
Jaume VALLCORBA


Europa mira a EE.UU.

1. Cualquier bajada de impuestos repercutirá sin duda en la difusión cultural. Esos tres puntos también tienen un carácter simbólico respecto al apoyo de un gobierno a la cultura, pero es normal que en Europa haya una normativa coordinada. 2. Europa, excepto en contadas ocasiones y siempre en el terreno literario, mira más a otros mercados como el de Estados Unidos. Nuestros autores de libros de historia o de ensayo apenas existen para los lectores europeos. Creo que ahí hay un gran trabajo que hacer por parte de los editores españoles. Por eso tendrán futuro en Europa aquellos que planteen ciertas temáticas que apuesten por el conocimiento de la cultura y la realidad social de nuestro país.
Ymelda NAVAJO


¿Tenemos bibliotecas?
1. El deseo de la ministra de Cultura de reducir el IVA de los libros al 1%, que lógicamente apoyo, depende de una decisión comunitaria. Otros países también lo apoyan, pero imagino que el debate será largo y tendremos IVA al 4% durante una larga temporada. El debate sobre el canon por los libros de las bibliotecas es algo prematuro en España: daré mi opinión cuando de verdad tengamos bibliotecas. 2. No veo especial diferencia entre el interés que despertaba nuestra literatura hace diez años en Europa y el que despierta ahora. Pesan Pérez Reverte, Javier Marías,Muñoz Molina, Vázquez Montalbán... pero ya lo hacían en los noventa. Podemos sumar a Cercas y Ruiz Zafón, aunque por el momento su impacto se centra en un solo libro. Y no creo que el aumento a veinticinco países cambie la lista.
Juan GONZÁLEZ


Menos cobardía
1. El deseo del gobierno es un antiguo anhelo de nuestro medio. Llevamos más de diez años clamando en el desierto por el IVA cero para el libro. Si se hubiese adoptado en su momento esa medida, ahora no nos encontraríamos ante esta nueva tesitura que viene marcada por unas disposiciones europeas de carácter general. En cuanto al canon por Bibliotecas subyace en el fondo una filosofía, y es la de si el libro debe tratarse o no como una mercancía. Como quiera que sea, la legislación europea ahí está y obliga a todos. Otro problema que suscita la aplicación de esta medida es quién tendrá que pagar el canon: ¿el ciudadano, las Instituciones sin cargo a los presupuestos de las Bibliotecas, ya bastante paupérrimos?; ¿quiénes recaudarán lo que devengue el canon y cómo se repartirá? 2. El interés por nuestra literatura ha crecido en los últimos años, pero no estaría de más que las instituciones no sólo favorecieran a un grupo de autores ya consagrados en detrimento de otros menos conocidos con un muy estimable futuro literario. Si la crítica es cobarde a la hora de apostar por nuevos valores, no deberían serlo las instituciones que se precian de ser culturales.
Manuel BORRÁS


Interesan los jóvenes autores

1. Cualquier rebaja en los libros ma parece estupenda, pero si no puede ser en todos los libros, sobre todo debería aplicarse a los de bolsillo, que son los que leen los jóvenes. Sólo tengo un pero, como ciudadana de a pie, no como editora, y es que nos falta cultura de ocio, tenemos que aprender a gastar en cultura como gastamos en una buena cena o en el cine. Cuando algo interesa, no importa demasiado que cueste uno o dos euros más o menos, pero tiene que apetecer, y eso es también repsonsabilidad del gobierno. 2. Creo que sí, como demuestra que la venta de derechos al extranjero sigue creciendo y que aumenta el interés por nuestros autores, no por los consagrados sino, sobre todo, por los más jóvenes, por gente que está despuntando.
Silvia QUERINI


Pulmones de realidad
1. Por supuesto, creo que sería una ayuda que pudiésemos reducir el IVA en los libros, pero creo, también, que avanzar de forma cohesionada con Europa es importante y mientras no haya un cambio de legislatura conjunta la adaptación a la actual es inevitable. Por otro lado si las ayudas, subvenciones y políticas de apoyo cultural son importantes, también considero el mercado fundamental para la vida, o para la vitalidad de la creación cultural. El mercado es un pulmón de realidad sin el cual no creo que el arte tuviese sentido, o tan poco como la existencia de un libro sin lector. 2. No tengo datos, pero la experiencia desde la editorial es que hemos aumentado nuestros contactos con agencias extranjeras y nuestra presencia en Europa crece cada día.
Miriam TEY


Buenas intenciones
1. La disminución del IVA es una idea bienintencionada, que demuestra el interés y la preocupación del Gobierno por ampliar la difusión de los libros. Su incidencia efectiva en el comercio editorial sería, no obstante, menor, puesto que apenas supondría la rebaja de unos céntimos por libro, lo que no quiere decir que no fuera apreciada por el público lector. Una buena política de bibliotecas públicas, en cambio, con un incremento de sus fondos y un aumento sustancial de las partidas para adquisiciones, sí podría convertirse en algo determinante para la promoción de la lectura. No me parece que en este momento de bajísimos índices de lectura deban contemplarse medidas que la penalicen, como la del canon por libro en las bibliotecas. 2. Todo es relativo. En la medida en que da la impresión de que nuestro país ha ido adquiriendo mayor presencia internacional, también nuestra literatura se está dando a conocer mejor.
Carlos ORTEGA


sexta-feira, abril 08, 2005

 

Uns inventam; outros prosseguem...

Registo aqui, e agradeço, a crónica de Eduardo Prado Coelho, publicada hoje no Público, sobre a festa dos 40 anos das Publicações Dom Quixote

"Fidelizar". É uma palavra que tem aspectos extremamente positivos. Sabemos que temos ali um amigo, alguém com quem se pode contar, mas sobretudo um estilo. E um estilo é um conjunto de traços que fazem que um determinado código ou convenção se individualize e tenha marcas pessoais. Um estilo é uma maneira de estar no mundo, não totalmente subjectiva, mas a começar a subjectivar-se. Há algo de profundo e algo de mundano em termos um estilo. A vida é uma questão de estilo. O que nos define em configurações sociais é um estilo. As polémicas são muitas vezes questões de estilo: pretendo impor o meu estilo contra o teu estilo. Reconheces o meu estilo? O meu estilo não é algo de muito denso, não é qualquer coisa que tenha um peso específico: é um mover de olhos, é um conjunto de gestos, é uma inflexão da voz, é um bater de asas, segundo uma determinada cadência.Quando alguém consegue fidelizar os outros, é fundamentalmente através do seu estilo. O que nos fica da memória de uma pessoa é esse estilo. O que morre com ela é também esse estilo. Quando a vemos numa fotografia, e sobretudo em televisão ou filme, é um estilo que ficou a pairar.As Publicações Dom Quixote festejaram o seu aniversário. Ao fim de tantos anos, é uma referência. Algumas das revelações de ficção da minha vida devo-as à Dom Quixote: gostaria de lembrar Milan Kundera, Marguerite Yourcenar, J. M. Coetzee, Salman Rushdie, Danilo Kis (infelizmente pouco conhecido). Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Marguerite Duras, um Günter Grass de que não gosto. Christa Wolf, Nina Berberova, Jorge Volpi, V. S. Naipaul, Ubaldo Ribeiro, Chico Buarque, e mais recentemente "Memória das Minhas Putas Tristes" (com uma capa que me parece desastrada) de Garcia Márquez. Quero ainda sublinhar: um autor brasileiro estranho e perturbante, que fiz tudo para divulgar em Portugal, Bernardo Carvalho, e o meu escritor americano preferido, Philip Roth. São apenas alguns nomes. Qual é a editora que tem um elenco tão impressionante de autores de qualidade? E sobretudo que está atenta à literatura brasileira, italiana ou de língua castelhana, ou alemã, num saudável equilíbrio com os autores de língua inglesa?Mas a Dom Quixote tem ainda obras de reflexão ensaística (por exemplo, Savater) ou de filosofia pura e dura (como Richard Rorty). Tem a ligação estável com alguns dos melhores autores portugueses. como Maria Velho da Costa, Manuel Alegre, Mário Cláudio ou mesmo escritores mais jovens como Mafalda Ivo Cruz ou Inês Pedrosa. E tem vindo a publicar poesia da melhor qualidade (em particular, "obras completas" que são extremamente valiosas como peças bibliográficas). Se juntarmos a isto um grafismo personalizado de Henrique Cayatte e Rita Múrias e uma relação de amizade com os autores extremamente viva, percebemos como a editora que Nelson de Matos soube inventar e que João Rodrigues prossegue e desenvolve foi fidelizando autores e leitores. Por isso a festa foi uma festa.


segunda-feira, abril 04, 2005

 

UMA NOVA CRUCIFICAÇÃO, EM DIRECTO


É importante, hoje, deixar ficar por aqui a reprodução integral desta interessante entrevista de Nuno Júdice ao Diário de Notícias acerca da morte do Papa João Paulo II - entrevista já citada por Vital Moreira no blogue Causa Nossa, e cuja ampliação aqui fica feita.

Mas é importante também referir que citações e ligações como estas serão o que perderá, a partir de hoje, o diário Público com a sua nova política de acesso electrónico pago.

Ver mais comentários in Abrupto, Causa Nossa, Tugir e Bloguitica.


domingo, abril 03, 2005

 

AUGUSTO MARIA DE SAA E O 1º DE ABRIL

02-04-2005 12:39:00. Fonte LUSA. Notícia SIR-6880852
Temas: Brasil
"Ritornello" e embaixada de Portugal no Brasil promovem mentira do 1º de Abril

Brasília, 02 Abril (Lusa) - A Embaixada de Portugal no Brasil e o programa "Ritornello", da RDP 2, apresentado por Jorge Rodrigues, promoveram sexta-feira a maior mentira do 1º de Abril dos últimos tempos.
O programa cultural "Ritornello" de 01 de Abril foi dedicado a um personagem fictício, o português Augusto Maria de Saa, que teria vivido no Brasil na segunda metade do século XIX.
De acordo com o programa, o "personagem ímpar da cidadania e da cultura" teria ganho destaque nos campos da literatura, música, artes, antropologia, física, matemática, entre outros.
No entanto, segundo o mesmo programa, teria sido esquecido pelos portugueses.
A história de Augusto Maria de Saa, contada também num blog da Internet
- www.memoria-de-saa.blogspot.com -
diz que o ilustre lisboeta morreu aos 54 anos, no dia 01 de Fevereiro de 1908, vítima de uma bala perdida da arma que teria matado também o rei D. Carlos e o príncipe D. Luiz Filipe.
O programa contou com a participação do novo embaixador de Portugal no Brasil, Francisco Seixas da Costa, do conselheiro cultural da embaixada de Portugal no Brasil, do director do Instituto Camões no Brasil, Adriano Jordão, e do conselheiro de imprensa Carlos Fino.
Também participaram do "Ritornello" do 1º de Abril a escritora portuguesa Luísa Coelho, professora de Literatura da Universidade de Brasília (UNB) desde 2002, e o professor Carlos Alberto Xavier, assessor do ministro da Educação do Brasil, Tarso Genro.
As entrevistas foram transmitidas em directo para Portugal.
O programa, uma "conspiração cultural" entre a embaixada portuguesa no Brasil e o programa "Ritornello", recebeu vários telefonemas de ouvintes indignados por não conhecerem Augusto Maria de Saa, reclamando que Portugal não está atento aos seus valores.
CMC.
Lusa/fim